Las 10 mejores cafeteras

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Las 10 mejores cafeteras

El café se ha convertido en fuente de especialización y también de bandos: los que prefieren el ristretto italiano, los aficionados al café ligero y generoso americano, los partidarios del aromático café natural, los irredentos consumidores de torrefacto o los fans de las cápsulas han dado lugar a un mercado en el que hay opciones para todos los gustos.

Y en la forma de preparación se encuentran los cafeteros de corazón, aquellos que se especializan en la preparación de su café, y las cafeteras  juegan un papel muy importante, pues están diseñadas para  conseguir la taza perfecta de café, ya sea largo, aromático, en pequeñas dosis intensas o para ir de viaje.

En este artículo te mostraremos las cafeteras más destacadas en la actualidad…

Moka de Bialetti: la madre de todas las cafeteras

De esta cafetera derivan las demás, y el origen del arquetipo «cafetera italiana» es la de  1933, la cual forma parte de las colecciones permanentes de varios museos de renombre de esos que se citan continuamente. Al día de hoy sigue siendo igual de efectiva que siempre, y conserva su diseño casi intacto: el asa ya no es de madera, como en origen, y el logo de Bialetti va en el cuerpo superior y no en la base, como al principio, pero el mecanismo por el que produce café es el mismo: el agua se calienta en el depósito, pasa a través del filtro con café y llega al recipiente posterior, cuando empieza a borbotear y ya está listo para tomar.

Una de sus ventajas es que puedes usarla para cualquier tipo de café en la cantidad deseada, aunque hay normas que puede seguir para obtener un café canónico.

Moka de Alessi: el ‘plus’ de diseño

La firma italiana Alessi tiene una larga trayectoria a la hora de implicar a diseñadores de renombre en la producción de objetos para la cocina que, sorprendentemente, funcionan impecablemente, haciendo verdadero aquello de que la forma sigue a la función. La última novedad de la casa lleva la firma de David Chipperfield. Aunque está elaborada en aluminio, el fondo de acero magnético permite emplearla también en cocinas de inducción.

Además de ser una variación sofisticada y arquitectónica de la cafetera italiana clásica, incorpora una innovación que es puro design thinking: la tapa es plana para poder calentar la taza durante el proceso de elaboración del café y evitar el cambio térmico.

Cafetera de prensa francesa de Le Creuset: más fácil, imposible

Si te gusta el café de prensa francesa es posible que tus amigos italianos te retiren la palabra durante un tiempo prudencial, pero las reglas están para romperlas, y hay algo reconfortantemente cálido en una taza grande de café infusionado y ligero como el que producen estos artilugios.

El proceso es el mismo que para cualquier infusión: se pone el café molido (en granos gruesos, preferiblemente), se añade agua hirviendo (hágase con un hervidor), se remueve y se deja reposar durante cuatro minutos antes de bajar el émbolo. Es perfecto para probar variedades desconocidas y gourmet de café, porque este proceso conserva matices y sabores que se volatilizan en el espresso.

Chemex: el discreto encanto de la artesanía

Esta cafetera es de origen japonés y es la piedra filosofal del barista hipster.

Al igual que la de prensa francesa, únicamente requiere café molido y agua hirviendo, que se va vertiendo lentamente sobre el café situado en un filtro cónico de papel desechable.

La clave aquí está en el molido del café y, sobre todo, en el ritmo al que se vierte el agua. A mayor lentitud, café más cargado. A favor esta cafetera de Chemex tiene su diseño imperecedero, de vidrio con una junta de madera, y que su mecanismo es tan sencillo que resulta imposible que se averíe, salvo rotura.

Bodum: café alquímico de ida y vuelta

El agua se calienta en la esfera inferior (hay versiones con calentador eléctrico o mechero de gas) y, mediante un proceso de vacío, va ascendiendo al recipiente superior. Ahí es donde se echa el café molido, se remueve y se apaga el fuego. Tras algunos minutos, el café desciende lentamente a la esfera inferior, listo para tomar.

Requiere un poco de tiempo y de atención, pero es más fácil de utilizar de lo que parece y el café resultante –natural, con cuerpo, aromático– y lo bonita que es la cafetera justifican tener que empollarse el manual de instrucciones.

 

Aeropress: para puristas viajeros

Esta es una  cafetera de bolsillo o de viaje lista para llevar a cualquier parte. En realidad, es una prensa francesa pero más pequeña e invertida: se coloca encima de la taza, se echa café, se vierte agua hirviendo, se remueve y se introduce el émbolo. El café cae directamente a la taza, ensuciando lo mínimo y generando un líquido con todas las virtudes de este tipo de procedimiento.

Smeg

Cafetera de filtro y por goteo, que es lo que el común de los mortales entendía por «cafetera eléctrica» antes del advenimiento de las cápsulas y las máquinas de espresso de uso doméstico. Como todas las de esta línea de la firma italiana, de la estética de los años cincuenta y sesenta, está disponible en varios colores y funciona a la perfección. Ponga un filtro de papel, añada café y disfrute de su jarrita durante un buen rato.

Nespresso Creatista Plus: lo gourmet es esto

Los amantes del café en cápsulas sabrán apreciar esta golosina tecnológica. Se llama Creatista Plus y se dirige a los puristas, pero también a los que disfrutan elaborando recetas cafeteras con la leche como protagonista. Además de ser bonita y decorativa, se calienta en solo tres segundos, tiene ocho niveles de textura y 11 ajustes de temperatura. Incluye una jarra con boquilla diseñada para dibujar formas sobre la espuma del latte, se limpia sola e incluye software para ir más allá del cortado de toda la vida.

Philips Series 3200: todo en uno

Si te gusta la automatización pero no empatizas mucho con las cápsulas, existe esta cafetera en la que únicamente tienes que introducir el café en granos para disfrutar de cinco tipos distintos de preparación. La serie 3200 muele el café y lo prepara automáticamente, y además tiene un sistema de preparación de leche que se limpia de forma autónoma. ¿Su mayor virtud? Poder emplearla con cualquier tipo de café en grano, y disfrutar de un espresso en casa en pocos segundos.

Breville Barista Max: en casa como en ningún sitio

Una cafetera profesional –es decir, una como las de las cafeterías y bares–, pero para utilizar en casa. Lo maravilloso de esta cafetera es su estética clásica, en acero inoxidable, y con todos los artilugios y utilidades de una cafetera de altura. Además, muele el café directamente, así que ahorra procesos y aumenta las posibilidades.

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