Debido a su gran sabor y todos los beneficios que trae a la salud, el café se ha vuelto una de las bebidas más populares del mundo, siendo usado no sólo como bebida sino también en una gran variedad de platillos dulces o salados.
Sabemos perfectamente que para disfrutar del café y de su sabor al máximo, debemos calcular entre la fecha de tostado y la fecha de vencimiento, siendo la frescura la magia de esta bebida.
Pero incluso el más aficionado al café puede olvidar algún empaque abierto en su alacena y encontrarlo tiempo después de la fecha de vencimiento, entonces ¿Qué podemos hacer ahora?
Cuando un café vence o caduca, se dice que ha pasado el límite para consumirlo después de haber sido procesado y empacado. Ahora, en realidad el café es un producto que difícilmente se descompone, pero si tiene un ciclo de vida como cualquier otro producto natural, pero si se trata particularmente de café orgánico, este se vuelve mucho más delicado, pues está hecho de manera 100% natural, y no pasa por los mismos procesos químicos que los cafés comunes, acortando su longevidad.
Deben ocurrir ciertas condiciones particulares para que el café se descomponga, por ejemplo una mala conservación, que se encuentre a la intemperie, la humedad o que se mezcle con otros ingredientes. Las bolsas de café, ya sean abiertas o cerradas puedene echarse a perder, eventualmente. Normalmente el café abierto tiene un tiempo de almacenado más corto que el café cerrado.
Primero debemos entender como es que se echa a perder el café. Cuando tostamos el café, el calor causa que los granos liberen humedad y produzcan gases como dióxido de carbono, asi como variados aromas y aceites. La estructura de los granos cambia, volviéndose más ligeros y porosos, mientras que el dióxido de carbono y otros compuestos volátiles quedan atrapados en ellos.
Los granos tostados son más innestables que los granos verdes, siendo más sensibles a la luz, la temperatura, al oxigeno, la humedad y, por supuesto, al tiempo. Los granos son muy porosos y fácilmente atraen la humedad, y continuamente liberan los gases que tienen atrapado.
Inmediatamente después de tostado, comienza el proceso de liberación de gases, este proceso alcanza la su punto máximo dentro de las primeras 24 horas de tostado, soltando aproximadamente el 40% de los gases. Dentro de los siguientes 5 a 10 días, continúa una rápida liberación de gases, hasta que los granos se estabilizan y pasan a estar en su estado óptimo para usarse.
Cuando mueles el café, haces que su superficie aumente y libera todo el dióxido de carbono, junto con los sabores y aromas. Este incremento en la superficie, causa que los niveles de inestabilidad del café molido suba y por consecuencia, hace que el café previamente molido tenga menos vida útil.
¿Qué hacer cuando el café se vence?
Cuando el café ha expirado, no se recomienda consumirlo por salud, aunque si este no supera las dos semanas de vencimiento, y está en perfectas condiciones en su empaque, puedes consumirlo en caso de ser necesario, pero debes saber que perderá su sabor y aroma.
Por supuesto, que la vida útil del café se acorta si no lo almacenamos correctamente, sin importar si tiene cafeína o es descafeinado. Pero si fue almacenado correctamente, podemos usarlo incluso para otros platillos algunas semanas después de la fecha de vencimiento.
Una buena alternativa para usar el café que se ha vencido, y no sólo tirarlos a la basura, es preparar con ellos otros métodos de extracción que no necesiten tanta frescura para disfrutar de su sabor como las bebidas cold brew, flat white, cocktails o mocktails (sin alcohol), o en recetas de repostería y carnes.
Para identificar un café que ya está vencido, lo mejor es guiarnos por nuestro olfato, ya que muchas veces su aspecto no cambia con el tiempo. Si al olerlo aún percibimos el aroma del café, es probable que todavía se pueda consumir, pero si percibimos otro olor, como el olor a alacena, o lo que conocemos como olor ha guardado, esto nos puede indicar que el café ya no sirve.
Usualmente los cafés viejos son muy secos y no tienen muchos aceites, al sentirlos, son muy secos. Los granos y el café molido que se exponen durante un tiempo prolongado a la humedad usualmente tienen moho visible y un aroma a rancio que pueden causar problemas respiratorios.
Es fácil detectar el café rancio simplemente con observarlo cuando lo preparamos en una cafetera de vertido o usando una especial para espressos. Cuando ponemos café expirado en una máquina para espresso resulta complicado debido a la inconsistencia de los granos, dandonos un café con crema débil o inexistente por el exceso de dióxido de carbono, además que los componentes que le dan su sabor especial habrán desaparecido en la oxidación.
Mientras que cuando colocamos café vencido en una cafetera de goteo, la bebida resultará insípida e inolora, ya que con este procedimiento se obtiene menos sabor y se extrae de manera más rápida.
Si buscas disfrutar un café con un buen aroma y sabor, lo ideal es prepararlo de inmediato, apenas abrimos el empaque, pero si necesitas guardarlo, lo mejor es conservarlo en un lugar seco, alejado del calor, dentro de un recipiente hermético y podría durar unos tres meses antes de expirar. Pero si lo dejamos expuesto a la intemperie o mal cerrado, será cuestión de días para que pierda su sabor.
¿Cuánto dura el café preparado?
¿Y si ya lo preparamos? Muchas veces, cuando preparamos café, puede sobrarnos un poco en la jarra que no queramos desperdiciar. Si lo mantenemos fuera de refrigeración, lo ideal es beberlo antes de 12 horas, pero si lo refrigeramos puede durar hasta 24 horas, aunque probablemente perderá gran parte de su sabor.
Es importante recalcar que aunque el café viejo o expirado dificilmente pueda enfermarte, su sabor y su aroma serán deficientes, de igual modo, es preferible no beberlo para evitar cualquier problema de salud.
Cuando encuentres un café en casa y no sabes si aún sirve, revisa su aroma, en caso de notar algo extraño lo mejor es desecharlo y dirigirte lo más pronto posible a OrdenaTuCafe.com para adquirir más.