Fue un reto para México llegar a obtener una importancia económica y social con el Café Mexicano como uno de los mejores del mundo.
Las plantaciones de café tienen sus cimientos a finales del siglo XVIII, fue entonces cuando se registraron las primeras exportaciones del grano provenientes de Córdoba, pero debido a la guerra de Independencia, el cultivo fue abandonado, retomándose hasta 1817.
Por otro lado, Mariano García dice que poco después de 1820 se tienen noticias del cultivo del arbusto en la zona del Soconusco.
Ya desde mediados del siglo XIX se vió que algunos de los factores que podían hacer redituable el cultivo del café se encontraban en México: terreno y clima apropiados, cercanía con los centros de exportación a fin de no recargar los costos con fletes innecesarios y mano de obra barata en la época de cosecha. Don Matías Romero impulsó fuertemente el desarrollo de la economía cafetalera en general, especialmente la inversión extranjera, así como la ampliación de la demanda de nuestro café en Estados Unidos.
Durante el Porfiriato, el principal estado productor fue Veracruz, siguiéndole Colima, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca y Tabasco. En la misma época el cultivo se extendió a los estados de Jalisco, Tamaulipas, Durango, México, Nayarit, Sinaloa y Coahuila.
Actualmente el aromático se cultiva en doce estados de la República Mexicana, como puedes observar en la siguiente imagen:
La superficie con cafetos en México representa 3.2% de la tierra sembrada, según cifras del último Censo cafetalero realizado por el Instituto Mexicano del Café.
Regiones Cafetaleras
Las regiones cafetaleras se concentran en cuatro zonas: las vertientes del Golfo de México y del Océano Pacífico, la zona Centro-Norte y la del Soconusco en Chiapas, en el sureste mexicano, que en conjunto abarcan 398 municipios en los 12 estados productores.
Desde el punto de vista económico, entre 1985 y 1991 el café participó en promedio con el 2.6% del valor total de las exportaciones y 36% del valor de las exportaciones agrícolas, porcentaje que se reduce sensiblemente entre 1990 y 1993, debido a los bajos niveles de precios prevalecientes en esos años.
No obstante que el repunte de precios posterior a 1994 incidió en una mayor participación de este producto en el valor de las exportaciones, su importancia total ha declinado, aunque sigue siendo el principal producto agrícola de exportación.
Así, en 1997 se captaron 827 millones de dólares por su venta en los mercados internacionales, lo que representa el 1.43% del PIB agropecuario, mientras que en el año calendario 1996, México captó divisas por concepto de exportaciones de café, del orden de los 795.5 millones de dólares, 85% del total se debió al café verde sin descafeinar (676.7 millones), 67 millones por café verde descafeinado y 30 millones por extractos, esencias y concentrados.
Según el último censo del Inmecafé, de todas las ramas de producción, procesamiento y comercialización del café dependen alrededor de tres millones de personas, ocupando más de 280,000 unidades agrícolas, de las cuales 92% es menor a cinco hectáreas y aportan alrededor de 50% de la producción nacional. Por superficie cosechada, el cafeto figura entre los principales cultivos del país ocupando el quinto lugar después del maíz, frijol, sorgo y trigo.
Especies Cultivadas de Café Mexicano
Las especies del arbusto del cafeto que se cultivan en el país son dos:
- La Arábiga, Árabe o Arábica:
- La Robusta o Canephora.
Aproximadamente el 98% de los cafetos son variedades arábigas como la Bourbón, Caturra, Maragogype (o Márago), Mundo Novo, Garnica y Typica; siendo esta última la que predominaba en México hasta hace poco; sin embargo, actualmente se le está reemplazando por variedades de porte bajo y mayor producción como la Catimor y Catuai. Cada variedad posee diferencias de calidad, volumen producido, rendimiento, resistencia a las plagas y a las enfermedades, aroma, acidez, etc.
El 85% del café que produjo México fue del tipo “lavado”, el 12% “natural” y 3% de robustas durante el ciclo de producción 1995/96. Se observa que aumentó la producción en los cafés naturales (40%), el café robusta (26%) y los lavados (25%) respecto al ciclo pasado.
Por otra parte, el consumo interno de café se estima en 1,050,000 sacos (de 60 Kg.) de café, equivalente a 700gr per cápita al año. Dicho consumo es bajo si se compara con el de Estados Unidos (3.72 Kg.), Francia (5.7 Kg.), Alemania (8.5 Kg.) o Suecia (11 Kg.).
La posición de México como primer productor en el grupo de los “otros suaves” y la importancia del Tratado de Libre Comercio con nuestro principal socio comercial, que es al mismo tiempo el primer consumidor de café del mundo, colocan al país y al Café Mexicano en una posición de relativa ventaja frente a los demás países, especialmente con quienes compite de manera más cercana (Centroamérica y Colombia).